miércoles, 29 de mayo de 2013

Leyendas



El murciélago de colores

Una vez existió un hermoso murciélago. Era la criatura más bella de la creación, ya que en su afán por parecerse al resto de las aves, subió al cielo y solicitó al creador poseer plumas. Éste le contestó que tenía su permiso para solicitar a otras aves sus mejores plumas. Y así lo hizo. Se dedicó a pedir las plumas de aquellos especímenes más vistosos y coloridos.
Tras un tiempo de recolección, el murciélago lucía, ufano, su nuevo y espectacular aspecto. Revoloteaba por toda la tierra recreándose en su imagen. Incluso, en una ocasión, con el eco de su vuelo provocó un maravilloso arco iris. Todos los animales lo observaban fascinados por su deslumbrante imagen. No obstante, los halagos comenzaron a hacer mella en él. La soberbia se apoderó de su raciocinio. Miraba con desprecio al resto de las aves, a las que consideraba inferiores a él por su belleza.
Percibía que ningún otro animal estaba a su altura. Hasta reprochó al colibrí que no eran tan agraciado como él. Consideraba que no existía otra cualidad más importante que no fuera el aspecto físico. El resto de aves se sentían humilladas ante el vuelo del murciélago. Su continuo pavoneo se hizo insoportable para todo el reino animal, y sus ofensas llegaron a oídos del creador. Éste decidió intervenir.
Tras observar la actitud del bello murciélago, lo hizo llamar y subir al cielo. Éste se sintió halagado al verse requerido por el ser supremo y su ego se elevó con él. Ante la presencia del creador, comenzó a aletear con una alegría desbordada. Aleteó una y otra vez, desprendiéndose, inconscientemente, de todas sus bellas plumas.
De pronto, se descubrió desnudo, como al principio de los tiempos. Avergonzado, descendió a la tierra, refugiándose en las cuevas y negándose la visión. Durante días, llovieron plumas de colores que éste no quiso observar, procurando olvidar lo hermoso que un día fue. Desde entonces, el murciélago vivió recluido en la oscuridad, lamentando su egoísta actitud.





Los Huicholes y el maíz

Los huicholes estaban cansados de comer cosas que no les gustaban.
Querían alguna cosa que pudieran comer todos los días, pero de maneras diferentes.
Un joven huichol oyó hablar del maíz y de sus famosos mets, unas tortillas, los chilaquiles y la sopa de tortilla que se preparaba con este cereal.
Pero el maíz se encontraba muy lejos, al otro costado de la montaña. Eso no lo desalentó y se puso en marcha.

Al cabo de poco tiempo vio una hilera de hormigas y como él sabía que ciertas de ellas eran las guardianas del maíz, las siguió.
Pero cuando el joven se durmió, las hormigas, sin ningún problema, se devoraron todas sus vestimentas, dejándolo sólo con su arco y sus flechas.
Sin ropas y hambriento el huichol se puso a lamentar. Fue entonces que un pájaro se posó sobre un árbol próximo. El joven apuntó su arco sobre él, pero el pájaro le regañó y le dijo que ella era la Madre del maíz. Lo invitó a seguirla hasta la Casa del Maíz donde ella lo autorizaría a tomar todo lo que él buscaba.

En la Casa de Maíz se encontraban cinco bellas doncellas, las hijas de la Madre del Maíz: Mazorca Blanca, Mazorca Azul, Mazorca Amarilla, Mazorca Roja y Mazorca Negra.
Mazorca Azul lo encantó con su belleza y su dulzura. Se casaron y volvieron a la villa Huichol.
Como él no tenía aún casa, durmieron un tiempo en un lugar dedicado a los dioses.
Después, como por encantamiento, la casa de los recién casados se llenaba cada día de espigas que la decoraban como flores.
Las gentes venían de todas partes porque Mazorca Azul les ofrecía espigas a manos llenas.
La bella esposa enseñó a su marido a sembrar el maíz y a cuidar los cultivos. Enterándose qué delicias ofrecía este nuevo alimento, los animales intentaron robarle. Mazorca Azul enseñó a las gentes a colocar fuego alrededor de los cultivos para espantar a las bestias en busca de espigas tiernas.

Los Ancianos cuentan que Mazorca Azul, después de haber enseñado todo lo que ella sabía, se molió ella misma y es de esta forma que los hombres conocieron el excelente atole, una bebida caliente que se prepara con granos de maíz.

La obsidiana


Cuenta la leyenda mexicana que en los tiempos de los indígenas, cuando la vida era muy difícil y el hombre tenía que luchar contra inmensas bestias salvajes para poder alimentarse, ocurrió un acontecimiento que cambió la vida de esa comunidad. En cierta ocasión salieron los hombres de ese gremio a cazar un gran mamut para el abastecimiento de varios días; mientras las mujeres y los niños se quedaban en la cueva en compañía de los ancianos.

Esas cacerías llegaban a durar varios días por lo que los ancianos tenían la obligación de cuidar a las mujeres y niños, pero como no tenían armas para defenderse buscaron por toda la cueva algo que les ayudara a defenderse del ataque de unas hienas.

De pronto Obsid el pequeño hijo del más valiente guerrero se percató de una piedra negra y filosa que estaba en el suelo; la tomó y la amarró a un palo que tomó de entre escombros, lo lanzó con gran fuerza y enorme fue la sorpresa de todos al darse cuenta que se desplumaba una hiena mientras las demás salieron huyendo.

El ingenio y creatividad de Obsid lo llevaron a recibir los honores de la tribu, fue nombrado guerrero de la aldea y en su honor le llamaron a aquella piedra "Obsidiana", siendo ésta utilizada posteriormente para la elaboración de instrumentos de caza.

En el Pico de Orizaba, sobre el flanco oeste se localizó una superficie que mostraba restos de Obsidiana; también existían minas de Obsidiana al norte del Pico de Orizaba de los mineros prehispánicos; un grupo de montañesas descubrieron fragmentos de obsidiana; en el sitio arqueológico de El Solitario se encontraron grandes cantidades de obsidiana, el material corresponde al Posclásico Temprano (850-1,250 dne); Amacuilecatl es un sitio asentado en el húmedo cráter a 4,320m en el flanco oriental de la montaña denominado Valle de Mirapuebla se encontraron dos fragmentos de Obsidiana prismática a diferentes niveles; etc.


EL Forastero y La Niña


Leyenda real de una niña de 8 años que anda en los pueblos de la sierra del Perú.

Esta leyenda nació en un pueblo alejado de las carreteras, rodeado por chacras donde las casas están a 600 metros de distancia entre si.


La historia ya era conocida en ese pueblo. Un día un forastero decide hospedarse por unos días en una casa de ese pueblo por una semana y luego continuar su viaje.
En ese día el forastero ya dormido a la media noche escucha la puerta : pod pod pod. Él se despertó y se pregunto quien toca a estas horas, al abrir la puerta se encuentra con una niña con rasgos de quemaduras, entonces el forastero le pregunta: ¿que necesitas niña a estas horas?, ella responde, ¿me regalaría un vaso con agua?, y el le dice si claro que si , después de darle el vaso con agua la niña se retira.


Al día siguiente la misma niña fue a la misma hora donde el forastero y lo mismo le pidió; pasaron 4 días seguidos que la niña iba. Entonces el Forastero decide hacerle unas preguntas, esperó que sea la media noche, y llegada la hora la niña toca la puerta, pod pod pod, el forastero abre la puerta y la niña le pide si le pudiera regalar un poco de agua en su vaso, el forastero saca un poco de agua y le da a la niña.

Cuando la niña se iba ,el forastero decide preguntarle y le dice: ¿niña para quien llevas ese vaso con agua?..ella dice para mi papá , y el forastero pregunta ¿y donde esta tu papá?..ella le dice: él se esta quemando...el forastero queda sorprendido y le pregunta: ¿QUIEN ES TU PAPA?..y la niña grita con una voz aterrorizante: ¡es EL DIABLOOO!.

Aquel grito fue escuchado por todo el pueblo y el forastero falleció 2 días después..se dice que la niña sale a penar los 21 de febrero de todos los años, durante 2 semanas atacando a turistas ....quien sera la próxima victima?

El charro y la partera
En cierta localidad a la parte norte del país solía cabalgar un misterioso charro que se aparecía repentinamente a los habitantes. Una noche allí llegó un charro a solicitar los servicios de una partera y la llevó a su jacal, donde la partera asistió a su mujer hasta que parió. El charro regresó al lugar y le pago con varias monedas de oro, pero le advirtió que guardara en secreto el parto o se moriría. Indignada y asustada por la advertencia la partera entró a su hogar y espero a que se retirara el charro. Como no escucho las pisadas de su caballo pensó que seguía fuera de su casa y se asomó a la ventana para descubrir asombrada que no había nadie.


Ella estuvo confundida y recelosa durante varios días por la advertencia y la silenciosa desaparición del charro. Durante varias semanas estuvo absorta en sus pensamientos, y miraba extrañada a sus conocidos. Cierto día le platicó todo lo sucedido a una vecina quien le aconsejó no contárselo a nadie más y dejar las monedas en la iglesia, así lo hizo la partera. Sin embargo, a la mañana siguiente la partera amaneció muerta, pero con el aspecto de seguir durmiendo y algunos rumorearon que escucharon cabalgar al charro cerca de ahí. Se cumplió la advertencia de aquel charro, aquellas monedas desaparecieron y se rumoreó que el charro regresó a recogerlas.

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